1757 - Hoy dia
Fundación de la quinta Maison de Champagne más antigua por el Señor Théodore VanderVeken, tatarabuelo del Señor Henri Abelé.
Durante mucho tiempo, los monjes buscaron la técnica ideal para obtener un vino lo más claro posible.
Los métodos, a menudo rudimentarios, combinados con la fragilidad de las botellas, hacía que las roturas de botellas fueran algo común y a la orden del día.
Invención de la mesa de trasiego
El abuelo del Señor Henri Abelé, Antoine de Muller, entonces jefe de la bodega “Veuve Clicquot-Ponsardin”, dio con un ingenioso método: realizar un orificio inclinado en la mesa de la cocina para introducir las botellas. Se acaba de inventar la primera mesa de trasiego, antecesora del pupitre, la cual revoluciona el método de elaboración del champagne.
Antoine de Muller toma las riendas de la empresa familiar «Muller-VanderVeken»
Su hija se casó con François Abelé. Juntos, fundaron la Maison Abelé en Ludes y dieron a luz a un niño llamado, Henri
A la muerte de su padre, Henri Abelé se hizo cargo del negocio familiar y lo bautizó con su nombre.
degüelle al hielo
Fiel al espíritu pionero de los hombres de la Maison, Henri Abelé también se centró en la innovación. Preocupado por el bienestar de sus equipos, adoptó un nuevo sistema de degüelle llamado «al hielo».
Una técnica de refrigeración que elimina eficazmente los depósitos de las botellas, al tiempo que reduce la carga laboral en la bodega. Una nueva revolución en el proceso de fabricación para esta Maison de Reims.
Fosas de tiza como refugio
La Gran Guerra causó grandes estragos en la ciudad de Reims desde el principio del conflicto. Atravesada por la línea del frente, la capital de Champagne se vio duramente perjudicada por los repetidos ataques.
El ángel sonriente
El final de la Primera Guerra Mundial dejó la ciudad de las Coronaciones en ruinas. Rápidamente, grandes mecenas como Andrew Carnegie, Edith Bangs y John D. Rockefeller se movilizaron para reconstruirla.
Símbolo de la barbaridad destructiva, la catedral de Reims fue completamente devastada: el armazón quemado, la nave destruida, las estatuas mutiladas… No quedó nada del edificio ni de sus tesoros.
El ángel con una enigmática sonrisa
Decapitado durante el gran incendio de 1914, un ángel con una enigmática sonrisa la cual acogía a los peregrinos se convierte en la encarnación de los estragos causados por la Gran Guerra.
Devastado por los acontecimientos, Henri Abelé financió la totalidad de la restauración de esta estatua, símbolo de la Resistencia.
Rebautizada cariñosamente como «El ángel sonriente» por los habitantes de Reims, esta escultura da de nuevo un espíritu de esperanza y se convierte en el emblema de la ciudad.
El mundo se prepara para el conflicto más mortífero de su historia. Obligados por la situación, los hijos de Abelé venden el negocio familiar.
Una dolorosa decisión que, sin embargo, les asegura salvar el legado de su padre. Abelé 1757 sigue escribiendo discretamente su leyenda a lo largo del tiempo.
Más de dos siglos y medio después de su creación, Abelé 1757 se reinventa. Como guardián del paso del tiempo, reafirma su vínculo indefectible con sus orígenes, haciendo de la ciudad de las Coronaciones la cuna de una Maison de Champagne firmemente anclada en su tiempo.
Un nuevo capítulo
Hoy más que nunca, Abelé 1757 escribe un nuevo capítulo de su historia.