Desde hace más de 150 años, los orfebres Ercuis & Raynaud se distinguen por su saber hacer único. Las prestigiosas y atemporales creaciones de la Manufactura de l’Oise reivindican el arte de compartir momentos que trasciendan el tiempo. Para la quinta Maison de champán más antigua, el director general de Ercuis & Raynaud – Antoine De Remur- echa la vista atrás en la búsqueda de la perfección que ha impulsado a Ercuis desde 1867.
¿Podría presentarse?
Siempre he trabajado en el mundo del hogar y de las artes de la mesa. Empecé en el sector del textil para particulares y para hostelería. Luego estuve doce años en Guy Degrenne, una marca muy bonita, con gran renombre en Francia y un posicionamiento de gama media.
Tras dos años encargándome de toda su actividad comercial, tanto de la parte de hostelería a nivel mundial como de la parte minorista, en febrero de 2018 me propusieron unirme a Ercuis & Raynaud para aportar una nueva dirección y un soplo de aire fresco.
¿Podría hablarnos de la historia de Ercuis?
La historia de Ercuis es excepcional y realmente única. Comienza a finales del siglo XIX, en el pueblo de Ercuis, de la mano de Adrien Ernest Pilon, párroco y habitante de esta localidad. Pilon, además de ejercer su labor pastoral, decidió en 1867 iniciar un negocio de fabricación de herramientas religiosas.
En ese momento, había empezado el éxodo de las provincias a París. Por eso, más allá de las ganas de emprender su propio negocio, su deseo era también el de retener a los habitantes del pueblo. Con la aparición de la moda de las artes de mesa, decidió abrir su propio negocio de objetos religiosos para la decoración de mesas.
Cuando esta nueva actividad adquirió proporciones demasiado grandes, terminaron por llamarle al orden y le dijeron: «Oiga, querido señor. Me parece que tendrá que elegir entre este trabajo, su servicio religioso y el trabajo con el que ha empezado a casarse».. Cambió completamente de vida y decidió empezar a trabajar en el sector industrial.
La primera tienda Ercuis se abrió en 1880 en París y fue el comienzo de una aventura que aún continúa en el histórico emplazamiento de Ercuis al norte de París, en la región de Oise.
Después de tantos años de existencia, ¿qué hace que Ercuis sea tan famoso?
La reputación es algo que debe construirse. La de Ercuis se ha construido con todas las mesas de palacios y los chefs con los que trabajamos. También hemos equipado a transatlánticos legendarios como el France y el Normandie.
La reputación de Ercuis también se basa en sus productos. Antiguamente, había muchas tiendas de orfebrería Muchas han cerrado. Otras han sido adquiridas por casas de orfebrería muy grandes. Este fue el caso, en particular, de Ercuis con empresas de gran prestigio como Ravinet d’Enfert, Peter o Saint-Hilaire, de la que se habla menos pero que ha dejado su huella en la empresa. Lo que hace que Ercuis sea tan singular es la gran variedad de su catálogo. Por su historia monumental, la riqueza de sus creaciones y sus diseñadores.
¿Puede explicar la importancia de los valores que guían a Ercuis?
Uno de los principales valores de Ercuis es la constancia. Somos una empresa que trabaja en el sector de las artes de mesa. Podríamos, como otras marcas, haber querido salirnos de este mundo. Y esto se vuelve todavía más tentador cuando uno se encuentra con dificultades. La reacción más normal sería decir: «Quizá nos iría mejor si probáramos otra cosa».
Siempre hemos tratado de evitar caer en esta tentación y es algo que suelo recordar a mis equipos. Debemos conseguir que nuestras creaciones y nuestra empresa permanezcan sobre la mesa, y no se alejen de la mesa. Antes de probar otros caminos y sectores, uno debe mantener su posición en su profesión original. Es en este sector donde hemos adquirido un compromiso con el cliente.
La segunda es la calidad. No se nos discuten los precios porque ofrecemos una calidad excepcional con nuestros equipos y nuestros orfebres. Por encima de todo, nuestro objetivo es ofrecer productos que sean atemporales. Fijémonos en la tendencia actual del fast retail: comprar y tirar. Ercuis ofrece todo lo contrario. Nuestros productos deben resistir el paso del tiempo. Esta voluntad se traduce en la necesidad de crear objetos que resistan el paso del tiempo y que sean bellos por naturaleza.
Algunos de los productos de nuestras colecciones se crearon hace décadas y siguen siendo muy modernos. Hacemos todo lo posible por mantener al día nuestras colecciones para que nuestros clientes puedan usarlas en cualquier época.
¿Cómo se revisan los códigos de la mesa y cuáles son las nuevas tendencias?
No se trata tanto de revisar los códigos del arte de la mesa. Ercuis crea y aporta ideas, decoración y funcionalidad. Nosotros podemos orientar acerca de cómo usar el producto. Pero lo más interesante es cómo lo utilizarán nuestros clientes. Por ejemplo, un cubo de champán. Algunos de nuestros clientes lo utilizan para poner flores porque es extremadamente bonito y la reproducción es excepcional. También se puede utilizar en los centros de mesa. La revalorización de productos y su uso tiene lugar básicamente ya en casa del cliente.
Así, el cliente viene a Ercuis a buscar artículos que pueda usar para componer mesas. Ahora, una tendencia que viene pisando fuerte es la creación de mesas completamente desparejadas. Puede ser muy bonito, sobre todo cuando se combinan objetos antiguos o con historia, se mezclan cosas de distintos colores, con distintos mangos, e incluso se completan con vajillas y vasos desparejados.
Es una tendencia que aporta frescura en comparación con el protocolo requerido para embajadas, presidencias u otros lugares de gran prestigio que equipamos Nuestras colecciones Mirror o Art Déco ofrecen a nuestros clientes la posibilidad de elegir diferentes mangos, con diferentes grabados, con diferentes colores de cabeza, con diferentes colores de laca…
El cliente suele decirnos: «Hoy, elegiré un servicio con puntas de cobre para la comida. Para el café, sin embargo, prefiero las puntas negras o las clásicas puntas metálicas plateadas». Con las elecciones que hagan al comprar, pueden divertirse con nuestros productos creando diferentes mesas.
¿Cuál es la definición de lujo según Ercuis?
La definición de lujo es algo muy personal. Su lujo y el mío no son necesariamente iguales. Puede ser disponer de tiempo, algún objeto singular, un reloj, un coche… De hecho, pueden ser muchas cosas.
Ercuis existe para ofrecer objetos excepcionales. Darse un capricho es un lujo. Hay una forma de hedonismo detrás de nuestros productos. Cuando una persona adquiere un producto, ya sea un reloj o una joya, lo que busca necesariamente es reflejar una imagen de sí misma al mundo exterior. Lo mismo ocurre con el arte de la mesa, especialmente cuando recibimos a alguien: uno busca complacer a los invitados.
En el ámbito de la gastronomía, un cocinero intentará distinguirse, ya sea en la cocina o en la forma de vestir su mesa. El cliente es muy sensible a este tipo de atención. Así, el lujo es recibir una atención hacia uno mismo. Atención al otro de forma simultánea.
Es lo singular, lo excepcional, es hacer la diferencia. Se trata de marcar la diferencia con algo que se valore y que trascienda el tiempo. A nuestro nivel, esto se traduce en una gran exigencia a la hora de aportar algo excepcional y diferente a alguien que querrá adquirirlo para sí mismo o para complacer a los demás.
¿Las personas que trabajan en sus talleres son artesanos, artistas u orfebres?
Hay que diferenciar entre el artista, es decir, la persona que diseña un producto, y nuestros artesanos que son los que lo crean. Estos últimos son, a la vez, artesanos y orfebres del más alto nivel. Tenemos en nuestros talleres de producción profesionales con largas e increíbles trayectorias.
La mayoría quiere quedarse y retrasan mucho el momento de su marcha. Casi habría que enviar un furgón policial para venirlos a buscar cuando se jubilan. Yo mismo llevo casado con esta profesión más de 30 años. Me hace sentir bien y no lo dejaré jamás.
La materialidad de nuestros productos es fascinante. Es importante recordar que se trata básicamente de una pieza de metal, ya sea alpaca, plata maciza o acero… La transformamos y le conferimos una belleza absolutamente increíble. Ver a un tornero crear una taza de plata maciza con solo un torno y una herramienta es un pequeño milagro. Así que tenemos artesanos, orfebres y expertos dotados de un talento excepcional.
El tema central de sus diseños es el arte de distinguirse.
¿Qué nos puede decir al respecto?
Existe, naturalmente, una doble lectura en el arte de distinguirse: por un lado, el sentido de ser diferente de los demás y, por el otro, el de «distinción». En el último siglo, muchas empresas del sector han desaparecido. Ercuis es una empresa sólida que ha sabido mantener el rumbo. No somos una marca de moda, y no jugamos con las tendencias. Evitamos salir de nuestro territorio.
Cuando un cliente viene a Ercuis, ya tiene una intención. La de encontrar una marca sólida en el sector de las artes de la mesa. No buscan un fenómeno de moda, sino una orfebrería elegante e histórica. También hay una elección estética única al elegirnos a nosotros en lugar de a otras marcas. Sobre todo, lo que nuestro cliente busca es distinguirse por tener una mesa que no encontrará en ningún otro sitio.
Este es el objetivo también de los grandes chefs o los palacios. Si uno tiene en cuenta la energía que se requiere para construir estos lugares excepcionales, es importante que luego se ponga atención hasta en el último detalle. Y nosotros les animamos a distinguirse todavía más eligiendo artículos completamente diferentes de sus colegas. Una vez en la mesa, sus clientes están en contacto directo con productos únicos y hechos a medida.
¿Cuál es la relación de Ercuis con el tiempo?
A diferencia de la industria de la moda, nosotros creamos productos atemporales. Cuando uno descubre la inversión necesaria para lanzar un producto, es algo muy interesante. Entonces también habrá que intentar darle una coherencia con la marca. También podemos aportar nuevas funcionalidades para que los artículos estén en sintonía con los tiempos, pero no solo eso… Nuestro objetivo sigue y seguirá siendo inscribirse en una atemporalidad para nuestros productos y nuestras colecciones.
