El estilo
Impulsado por una preocupación por el respeto y la excelencia, Etienne Eteneau está ahora al frente de las bodegas de Abelé 1757.
Con sus recuerdos de infancia, su experiencia y su sensibilidad, inscribe cada cosecha de Abelé 1757 en la meticulosidad y la permanencia del tiempo.
Ahora vela por el destino de las botellas Abelé 1757 y es el guardián del tiempo.
el tiempo
Precioso eco del paso del tiempo, Abelé 1757 es una de las mejores referencias en Champagne. Fiel a la filosofía de sus fundadores, saca el máximo provecho del paso del tiempo y de la materia para conferirles su forma y sabor.
Fábrica de grandes vinos de Champagne, esta Maison construye con su artesanía un puente entre el presente y el futuro. Un trabajo de orfebrería que se plasma a la perfección en creaciones marcadas por la delicadeza y la precisión.
Desde su fundación en el siglo XVIII, Abelé 1757 se ha erigido como guardián del paso del tiempo. Dos siglos y medio llenos de historia y leyendas. Contemporánea por naturaleza, reinventándose con cada cosecha, la Maison ha vivido a través de los tiempos sin sufrir sus estragos.
Gran precursora, esta Maison ha situado siempre el progreso técnico en el centro de sus acciones, revolucionando la región de la Champagne y mejorando su producto constantemente. Con la mirada puesta en el futuro, generaciones de hombres y mujeres luchan por perpetuar el estilo y tradición centenaria de esta región.
Tomar el tiempo
una leyenda
Prendre le temps
Temporada tras temporada, vendimia tras vendimia, Abelé 1757 se ha ido abriendo paso con el tiempo. La cosecha del año y los vinos de reserva se combinan en tiempo presente para formar un tiempo futuro. Poco a poco, se va produciendo la magia.
Cítricos y jazmín de los Grands Crus de la “Côte des Blancs”, peras y especias de la Montagne de Reims, tila y peonías del “Vallée de la Marne”, fresas de Les Riceys… Cada cosecha de Abelé 1757 es una sinfonía de aromas. Fragancias afrutadas y florales, potentes y delicadas, que deleitarán el paladar de los amantes del vino más exigentes. Una búsqueda constante de la excelencia que ha guiado a la Maison Abelé durante más de 250 años.